Con una descarga de adrenalina y velocidad de principio a fin, fue celebrado este domingo 19 de junio Precision Drift 2022, un evento automotriz que tiene por finalidad promover la cultura drift y una sana diversión para toda la familia.
En la actividad que inició pasadas las 10:00 a.m. el público disfrutó de las maniobras de más de 25 pilotos, la exhibición de los autos modificados, áreas de musicólogos y la competencia de ceritos. Se realizó en el parqueo del Estadio Quisqueya en el Distrito Nacional.
Los ganadores de la competencia fueron el Ing. Donovan Rodríguez, quien conquistó el primer lugar; Rafimig Tejeda, se alzó con el segundo puesto; y Wilkins Marte, obtuvo la tercera posición.
Recibieron reconocimientos especiales por su participación en el evento los pilotos internacionales Cesar Santis y Alegandro Ali, provenientes de Curazao.
En el evento patrocinado por Ok Casting, Mariela Eventos y GP Consulting también se les entregó una placa de reconocimiento a cada team que asistió al evento.
Los conductores realizaron sus prácticas libres el sábado y el domingo en la mañana. En la tarde estuvo el plato fuerte con las eliminatorias y finales de la competencia de precisión en el trazado.
Erasmo García, presidente de la Asociación de Teams de Santo Domingo y coordinador general de Precision Drift agradeció a los Team, los patrocinadores y al público por el apoyo brindado.
Precisión Drift es una empresa que se dedica a la creación de eventos automotrices. Cuenta con el apoyo de la Asociación de Team de Santo Domingo ASOTESD, realizando eventos de calidad para el disfrute de toda la familia.
¿Qué es el drift?
Es un estilo de conducción que consiste en derrapar de manera que el vehículo forme un ángulo con la dirección del movimiento. Es considerado el arte de controlar el carro en momento que está a punto de perder el control.
El drift nació en Japón en los años 70 y fue concebido por un grupo de corredores que realizaban carreras por los diferentes tramos de montaña que tiene ese país.
A finales de la década de los 90, se convirtió en una disciplina propia, con pilotos especialmente entrenados, con automóviles preparados para mantener derrapes controlados a altas velocidades y campeonatos en los que no se compite por tiempo sino por estilo.