Después de varios años de presencia creciente en los planes de tecnológicas de todo el mundo, todo lo relacionado con el 5G domina ahora una franja muy amplia de la cadena de suministros mundial, con la competencia por controlar diversos sectores de esta tecnología calentándose cada vez más. Los fabricantes de equipamiento, los vendedores de smartphones y los diseñadores de chips pugnan por el control de máquinas y servicios que usan 5G, y cada vez es más sencillo encontrarlos por Norteamérica, Europa y varias zonas de Asia. Además, el 5G se ha convertido en un negocio multimillonario para muchas tecnológicas, y también para unos cuantos países.
Pero ¿quién está ganando en realidad la carrera por el 5G? ¿Qué empresas son las que están en cabeza? Pues para sorpresa de algunos, Huawei todavía está en cabeza del mercado de equipamiento de telecomunicaciones, que mueve unos 90.000 millones de dólares al año. Pero otros fabricantes, según el Wall Street Journal, están ganando terreno rápidamente, ya que Huawei se enfrenta a restricciones de gobiernos de todo el mundo a causa de la campaña llevada a cabo por el gobierno estadounidense en los últimos años para frenar a la empresa por motivos de ciberseguridad.
Huawei es líder en equipamiento, al menos por ahora
A finales de 2020, Huawei tenía el 30% del mercado, según la consultora Dell’Oro Group, pero en los seis primeros meses de 2021, su cuota de mercado bajó hasta el 28,8%. Mientras, la sueca Ericsson ha subido en la primera mitad de 2021 su cuota de mercado del 14,7% que tenía al finalizar el año pasado al 15%, pasando al segundo lugar en la lista de empresas en importancia en equipamiento 5G.
Mientras, Nokia ha caído al tercer puesto, después de perder un 0,5% de cuota de mercado en el primer semestre del año y bajar del 15,4% al 14,9%. Por detrás de estas tres está la surcoreana Samsung, con un 3,2% de cuota de mercado a finales de junio, que sube del 2,4% a finales de 2020.
Ericsson ha ganado varios contratos que le han permitido impulsarse al segundo puesto. De ellos, el principal es uno de 5 años y 8.300 millones de dólares firmado en julio con Verizon, con el que suministrará a la operadora con software y sistemas de radio 5G, como una tecnología nueva para antenas móviles llamada múltiple entrada y múltiple salida masiva (Massive MIMO), un área en el que Ericsson lleva un tiempo investigando. A finales del mes pasado, la empresa actualizó su línea de productos Massive MIMO con una unidad cerca de un 40% más ligera que el modelo anterior, y que está pensada para facilitar el despliegue del 5G a las operadoras.
Pero no todo son buenas noticias para Ericsson, especialmente en China, donde ya ha avisado de que podría perder cuota de mercado por la decisión de las autoridades suecas de prohibir que Huawei tenga presencia en las redes 5G del país. Las autoridades chinas han amenazado con represalias, así que en Ericsson se temen problemas en el país.
Nokia, por su parte, está recomponiéndose después de haber admitido que apostaron por la tecnología errónea. Hace unos años invirtieron en un procesador muy costoso (FPGA) para el hardware que habían estado vendiendo a las operadoras para las redes 5G. Pero estas prefirieron una tecnología más económica y de menor consumo energético, los SoC, más eficientes y baratos de fabricar. Nokia ya ha adoptado la tecnología SoC y ha llevado a cabo una reestructuración en los últimos dos años, afinando su cartera de productos y rebajando costes para mejorar su posición en el mercado de 5G.
En cuanto a Samsung, los analistas señalan que conviene vigilar su comportamiento, y están de acuerdo en que su cuota de mercado crecerá en el futuro, al igual que sucederá con Ericsson y Nokia. La compañía cuenta con una gama de productos que cubre todos los aspectos del 5G, desde smartphones hasta chips y estaciones base, lo que le da ventaja porque puede probar todos sus productos y optimizar su rendimiento antes de lanzarlos al mercado. En 2020, además, firmó un contrato de 6.650 millones de dólares para equipamiento de red y servicios tanto de infraestructura 5G como de 4G, quizá su mayor contrato hasta la fecha, y que cambia por completo su perspectiva.
Apple ocupa el primer puesto en smartphones 5G
Mientras tanto, en el mercado de smartphones 5G, Apple ha saltado al primer puesto gracias al lanzamiento de varios modelos de móviles 5G el año pasado, y a pesar de entrar en el mercado varios meses después que otras rivales, ya se ha aupado al primer puesto, con un 28,3% de la cuota de mercado de smartphones 5G a finales de junio de 2021. No obstante, la batalla de este sector se puede poner más interesante por el empuje de sus rivales, y Apple tendrá muchos problemas para mantener su liderazgo en el futuro, sobre todo a medida que aparezcan terminales 5G de gama media y media-baja. La china Oppo cuenta ya con un 14,4% de cuota de mercado, con Samsung justo detrás con un 13,9% y Vivo con un 13,5%. Les sigue Xiaomi con un 11,2%.
La llegada de los iPhones con 5G ha hecho crecer con fuerza el mercado de los smarpthones 5G. Cuando Apple lanzó el iPhone 12 solo el 18% de los smartphones vendidos en el mundo eran compatibles con redes 5G. En tres meses, sus ventas subieron hasta el 32% del total de terminales. Su demanda va a seguir creciendo, sobre todo a medida que aumente la disponibilidad de cobertura 5G en las distintas redes. Se espera que a finales de este año haya ya más de 200 operadoras de 60 países y regiones que ofrezcan conectividad 5G.
China, en cabeza en despliegue
En cuanto a los países que más se están beneficiando del 5G, China sigue en cabeza, aunque Estados Unidos y algunos países asiáticos más están haciendo grandes avances. China lidera el mercado 5G desde el principio, y ahora es el país del mundo con más estaciones base 5G instaladas: 961.000. Esto ha llevado a una gran disponibilidad de 5G, lo que junto con los incentivos del gobierno a todo lo que huela a 5G ha sentado las bases para la adopción de aplicaciones 5G que aprovechan las ventajas de estas conexiones ultrarrápidas.
Entre los primeros y principales avances de China en cuanto a 5G está el uso de estas redes con máquinas autónomas que aprovechan la velocidad y capacidad de las redes 5G para realizar trabajos complicados peligrosos para los humanos. Como la minería en minas de carbón o en galerías a gran profundidad. Pero también en medicina en remoto, como en operaciones quirúrgicas, o en el transporte autónomo de personas y bienes. Muchas de estas aplicaciones todavía no están muy desarrolladas, tampoco en China, pero se espera que vayan avanzando a medida que vaya avanzando la capacidad y disponibilidad de las redes.
Estados Unidos está justo por detrás de China en cuanto a despliegue del 5G, pero no a gran distancia. A mediados de este año, en el país había instaladas alrededor de 100.000 estaciones base, lo que en función de su menor población es una por cada 3.300 personas. Mientras, en China tienen aproximadamente una por cada 1.500 personas. En cuanto al desarrollo de aplicaciones 5G, en Estados Unidos el grueso del esfuerzo lo está haciendo el sector privado, lo que a estas alturas no sorprenderá a muchos, y muchas empresas están presentando innovaciones similares a las chinas.
Japón está mientras tanto bastante rezagada en el despliegue del 5G, y por tanto en el desarrollo de aplicaciones compatibles. Desarrolló alguna para las olimpiadas, pero poco más, algo que el gobierno está intentando mitigar con subvenciones y rebajas de impuestos al desarrollo de redes 5G privadas. Mientras, Corea del Sur, que cuenta con una de las redes 5G más veloces del mundo y fue uno de los primeros países en su despliegue, también está echando el resto en el desarrollo de aplicaciones 5G, con fuertes inversiones públicas: 41.000 millones de dólares a lo largo de los próximos cuatro años para ayudar al despliegue de redes 5G especializadas para dar soporte a nuevas aplicaciones, como las fábricas inteligentes.