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Decenas de miles de personas se movilizaron hoy en Roma por la paz y en contra de la invasión rusa de Ucrania en una marcha nacional convocada por el movimiento pacifista italiano que llenó el centro de la capital de banderas con los colores del arco iris para pedir el final de la guerra y el diálogo como único medio para lograrlo.
Unos 20.000 manifestantes, según la policía, y 50.000, según los organizadores, se congregaron en la Plaza de San Giovanni, escenario emblemático de las protestas en Roma, después de que la marcha, encabezada por una gran bandera multicolor, recorriese varias kilómetros por el centro romano con el lema «Parad la guerra. Por una Europa de la paz».
Convocada por la Red Italiana para la Paz y el Desarme, la manifestación contó la participación de numerosas organizaciones italianas de la sociedad civil, entre ellas el mayor sindicato del país, la CGIL, cuyo secretario general, Maurizio Landini, pidió la intervención de la ONU en las negociaciones para detener el conflicto.
«Por la paz, stop Putin, stop guerra», «Ni bases, ni soldados, Italia fuera de la OTAN» o «mi enemigo no tiene uniforme» fueron algunos de los lemas coreados por los manifestantes, entre los que había una niña que portaba un cartel en el que se leía: «menos bombas y más caramelos», según medios locales.
«Gracias a todos por estar aquí para decir no a la injusta e inaceptable agresión de Putin. Esta es la guerra de Putin y queremos apoyar a Ucrania, pero también al pueblo ruso oprimido», dijeron al abrir los discursos desde la platea dos miembros de la ONG organizadora, que pidieron un minuto de silencio contra el conflicto en Ucrania, pero también contra todas las guerras.
El líder de la CGIL fue uno de los más activos durante la marcha: «La guerra no se puede combatir con la guerra. No es hora de armar, sino de desarmar al mundo. Es hora de que la ONU haga su parte» participando directamente en las negociaciones de alto el fuego entre Rusia y Ucrania, dijo en su intervención.
«Es importante que el movimiento sindical y pacifista esté en la calle», añadió, antes de avanzar que el siguiente objetivo es organizar una «gran jornada de movilización de los trabajadores europeos para detener la guerra», aunque no todos los grandes sindicatos italianos han participado en la marcha.
Los manifestantes también pidieron que no haya «distinción de lugares y culturas porque no hay refugiados de primera y segunda clase», además de reclamar la construcción de «puentes de solidaridad entre los pueblos».
«Estamos con el movimiento pacifista italiano, con los sindicatos, con las asociaciones, con todos los que piensan que para detener inmediatamente la agresión rusa, para que cesen las armas y vuelva la diplomacia, es necesario invertir en la paz», dijo el secretario nacional de Izquierda Italiana, Nicola Fratoianni, que también pidió el regreso «inmediato a la mesa de negociaciones». EFE