POSTED BY: CORPUS MONTERO, 26/11/2021.
SANTO DOMINGO RD.-En el acto de apertura de la primera reunión de ministras y ministros de Relaciones Exteriores Iberoamericanos, el canciller dominicano, Roberto Álvarez, pidió a sus colegas unir voluntades para que desde el foro se haga un llamado a la comunidad internacional para que brinde la asistencia necesaria al vecino país de Haití ante su dramática situación.
Al pronunciar el discurso inaugural del cónclave, que tiene como fin definir la agenda de la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en el año 2022, Álvarez fue enfático en señalar que es obligatorio que en la reunión se trate el tema haitiano y se haga el llamado a los países grandes para que estos ayuden a la vecina nación a superar la grave crisis de violencia e inseguridad y a celebrar un diálogo nacional que conduzca a una eventual celebración de elecciones libres justas y competitivas.
«Es obligatorio aprovechar este foro para alertarles, también, sobre la dramática situación que vive Haití, país observador de nuestra conferencia. Sería importante que esta reunión de ministros y ministras de relaciones exteriores haga un llamado a la comunidad internacional que brinde a Haití la asistencia necesaria para superar la grave violencia e inseguridad que se vive en ese país y celebrar un diálogo nacional que conduzca a una eventual celebración de elecciones libres, justas y competitivas», pronunció.
En su ponencia, el ministro de Relaciones Exteriores de de República Dominicana planteó, también, que los países Iberoamericanos enfrentan actualmente una serie de retos que ameritan respuestas multilaterales enfocadas hacia un nuevo paradigma de desarrollo sostenible, sustentado en instituciones renovadas que construyan bienestar y resiliencia, capaces de atender la desigualdad, pobreza y precariedad que asedian y desilusionan a nuestros ciudadanos,sobre todo que defiendan los valores democráticos a los que nuestros países se han comprometido.
Puntualizó que entre entre los principales reclamos de la ciudadanía, se destaca la percepción de que se gobierna para una minoría, la desiguadad en la distribución de la riqueza y las diferencias en el acceso a la justicia, la educación y la salud.
«Los problemas son visibles y las alarmas están dadas: De cómo se canalicen estas demandas, dependerá el nuevo ciclo de América Latina, inclusión y progreso o desatención e inestabilidad», resaltó.